19 de junio de 2009

Como hacer cubrebotas de piel * mantilla de un sueter * gorro de cocinero * un hoodie (¿cuál es la traducción?)

Housebox 6

¡Toma comunión!

Quién me mandaría a mí meterme en estos embolados. Pues, hace unas semanas hizo la comunión la hija de un primo mío. Y claro, me tocó hacer el paripé porque además hacía mucho tiempo que no nos veíamos. Aunque la verdad es que mi primo es de esas personas a las que te apetece ver hasta que las ves... En casa siempre le hemos llamado el Langostino: un fresco de día y cocido de noche... El Langostino no es que sea muy querido en la familia. Tiene mucho morro y es tan creído que no dudaría en realizar un magnicidio pegándose un tiro.
Un pesado elevado a la máxima paciencia. Ya cuando hizo la mili le echaron del cuerpo de paracaidistas porque caía mal. Y desde entonces, va de bar en peor. Bebe tanto, que el Tío Pepe ya le reconoce como sobrino, y se cuenta que un día iba tan tajado que hasta le pareció ver a Belén Esteban trabajando. Y es que, aunque no tiene una voz agradable para las películas, el tío dobla cada noche. Y así es normal que día sí, día también, le hagan soplar aunque no sea su cumpleaños... Lo que no se entiende es que su niña hiciera la primera comunión.Y no ya sólo porque la criaturita es la que hace de doble de la niña del exorcista en las escenas arriesgadas. Ha salido a su padre y tiene el mismo carácter que la enfermera de Misery recién levantada. Vamos, que la niña no tiene miedo a la oscuridad, la oscuridad la teme a ella y le ha puesto una orden de alejamiento... Pero lo que más extraña del tema de que hiciera la comunión, es que el Langostino no es nada religioso. Según dice, dios es Chuck Norris y él es su profeta. Porque piensa que si dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, es que no es de fiar. Y razón no le falta, porque el tío creó el mundo en seis días, y coño, se nota. Y si el séptimo descansó, seguro que fue porque el sexto había salido de copas con el Langostino...
Al llegar a la parroquia, me encontré con una jauría de pequeños cabronazos portando cada uno una vela. Si algún miembro de la iglesia tuvo alguna vez tentaciones pederastas, basta con llevarlo a aquella parroquia para que se le quiten de una vez por todas. Se llega a enterar el Carnicero de Rostov de que uno de sus hijos iba al mismo colegio que estos niños y retira la matrícula asustado. Sin ir más lejos, la hija del Langostino no llevaba muy bien eso de ir de sujetavelas, así que se puso a correr a toda mecha dándoles cera a todos los invitados y armando un cirio de mucho cuidado. Cuando la niña fue a comulgar, mordió al párroco cuando le daba la galleta y con el forcejeo se le pegó al paladar, se atragantó y salió corriendo y llorando hacia su padre... El Langostino no es muy de los toros pero se había pasado las últimas tres horas cambiando de tercios y ya iba tostado. Y cuando se enteró de que su niña lloraba porque el párroco le había pegado una hostia en el paladar, sufrió una transformación que hubiera dejado acomplejado a El Increíble Hulk.
El Langostino iba encendido. Si en su camino hacia el párroco se le hubiera cruzado Jason de Viernes 13, se habría quitado la máscarade hockey para ponerse el DNI en la boca, y habría puesto los brazos en alto. El Langostino, con esas manos que tiene que parecen tablas de planchar, levantó al párroco por el alzacuellos, que para eso está. Seguidamente le arreó una tunda que, porque Jesucristo estaba clavado en la cruz, que si no, hubiera bajado a pedir explicaciones. Como no podía ser de otra forma, el párroco acabó en el hospital, obviamente en la sala de curas, y el Langostino terminó confesando en comisaría. En fin, que no se me ocurre otra forma peor de acabar una fiesta, y es que cada vez estoy más seguro de que en realidad, Murphy, es un tipo optimista...

3 de junio de 2009

Cómo hacer unos pantalones de una camiseta

No sé cómo hago para que me falten horas al día a pesar de no hacer absolutamente nada. Es increíble pero siempre me quedo con cosas sin hacer a pesar de no tener ninguna obligación real. En fin.

A pesar de ello siempre encuentro un momentín para coser algún muñeco o colcha. Por cierto, que empiezo a fabricar en serie. Me explico: los muñecos que tengo por casa salen a subasta, vía blog, ebay y facebook. En breve subiré las fotos de los que aún me quedan para que podais quitarmelos de las manos. Precio módico: 7€ por muñecajo y si hay que enviarlo a algún sitio +3€ por los gastos de envío.