Hoy creo que he tocado fondo. No he tenido más remedio que aceptar que no hay vuelta atrás y que el camino de Cristina y el mio se separan. He tenido que llamar al desguace ("centro de recicleje" lo llaman ellos aunque si reciclan ¿dónde está el beneficio colectivo? ¿A través de sus bolsillos?). En fin, que he tenido que aceptar que mi pobre coche no tiene arreglo (o yo no puedo asumirlo por lo menos) y que debe hacer su última carrera hasta Cana Negreta para ser sacrificada en beneficio de otros coches (prefiero imaginar la situación como si fuese una donante de órganos). Y es que me he dado cuenta de que le tengo mucho más cariño del que pensaba. No me había dejado tirado nunca (y mira que la cuidaba poco) y me llevó a donde hizo falta llegar e incluso llevó a mis amig@s sanos y salvos a sus casas.
Así que después de hacer la llamada me he sentido como quién decide desconectar a un ser querido de la máquina que le mantiene atado a este mundo. ¿Exagero? Yo por lo menos me he sentido así.
(suspiro hiposo)
Y es que me imagino lo que pensará la pobre, sin saber bien del todo que le ha pasado y xq está sola con coches que no conoce (aunque siempre ha sido muy sociable; en los parkings era el alma de la fiesta) y malherida...
En fin. Por lo menos espero alegrarle el viaje con lo último de Leopardo no viaja, el grupo de reggaeton travesti de Andy Lamoore y Topacio Fresh, las coristas en la última gira de Fangoria http://www.fangoria.es/ que a mi han conseguido emocionarme un poco (bueno, tal vez partirme con ellas, xq son lo más).
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