
Todo el mundo lo sabe, el mundo de la moda es cruel, tiránico y despótico pero envuelto en un halo de luz, genio, tendencia y elegancia. El mundo de la moda se ha rendido ante el poder de una generación de filles terribles cuya máxima es el fashion victim de Prada y esa constante de Louboutin para sus pisadas. Los mandamientos de una voguette implican ser una chica it, una amante del stiletto sacrílega a Sex And The City y apasionada del reinado de las gafas de sol y del gesto serio perpetuo. Los diez mandamientos de la chica it son un tributo al estilo chic, sofisticado y exquisito de la parisina perpetua. Las diez claves de la Voguette son los mandamientos actuales de las verdaderas diosas de la moda.
· Amarás a Carine Roitfeld sobre todas las cosas: a ella y a su estilo.
· No seguirás la moda al pie de la letra. La clave es un estilo puntero adecuado para cada momento y siempre en evolución. Acabarás cayendo en las redes del vintage, el falso clásico americano o el decadente parisino.
· Santificarás los Loubotin y caerás rendida al stiletto sin dejarte enamorar por falsos ídolos pasajeros como el zapato plano o la bailarina.
· Honrarás las creaciones de la moda, sea cuales sean, dejando de lado la economía y la sociedad y guiada solamente por impulsos adúlteros, pasionales y, preferentemente, irracionales.
· Matarás por el must de la temporada sea cual sea y a cualquier precio codiciando especialmente los it-thing con lista de espera.
· Santificarás las fiestas. Un desfile no es nada sin una legión de celebrities en la primera fila, sin una fiesta post desfile regada en champagne o, a la luz de Roma tamizada con el rojo amapola o, la Alfombra Roja.
· Jamás robarás aunque eso quizás signifique no ser imagen y musa de Marc Jacobs. Aunque aplaudirás el gesto pero condenando el acto.
· No cometerás adulterio, hoy es Givenchy, mañana Nina Ricci pero siempre Balenciaga de la mano de Nicolás Ghesquiére o, en su defecto, Prada.
· Todo tipo de deseos impuros serán expresados y satisfechos a cualquier precio. Y, especialmente, si los codiciados aún no han posado sus alas en la Alfombra Roja, demasiado conocidos, o en las páginas de Vogue.
· Codiciarás todos los bienes haciendo distinciones y con una sed implacable de consumo capitalista y de frenesí carnal a golpe de talonario.
Por último, toda Voguette lo sabe, la moda es ruin y caprichosa pero, el hedonismo sólo es condenable por aquellos que aún no han sucumbido ante la verdadera tentación capital.
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