La verdad es que a todos nos sorprendió mucho el resultado, aunque quizá las formas nos resultaron más familiares. Y es que Hitchcock se
apuntó a una autoescuela. Hitchcock es un coleguilla al que llamamos así, porque es el rey del suspenso. El menda es como Atila... el rey
de los "unos". Y es que de siempre ha tenido la típica actitud de tripitidor: por un lado, el tío es más salado que el chichi de La
Sirenita y sólo le importa pasárselo bien; por otro, hombre, Hitchcock es muy buena persona, lo único, es que siempre tiene muchas venganzas
pendientes... sobre todo con gente más débil que él.
El tío no es muy de cuidarse el cuerpo, pero tampoco ha dedicado nunca ese tiempo al estudio. Si una flexión le agota, una reflexión ya ni te cuento. Así que no entendemos cómo pudo pasar el examen teórico.Si es que Hitchcock es de los que piensan que el Lidl es el presidente de China. Sólo a él se le ocurriría intentar cruzar un precipicio de dos saltos. Así que suponemos que quizá estudió cuando estaba borracho, y así estudiaba y repasaba al mismo tiempo. Pero el caso es que, por primera vez en su vida, aprobó.
Luego comenzó con las clases prácticas. Muy hábil la verdad es que
no era. De hecho, podría decirse que era más inútil que el codo de un
click de Famobil. Uno de los problemas es que Hitchcock, aunque daría
la mano derecha por ser ambidiestro, es zurdo y se apañaba fatal para
cambiar las marchas. Además, si ya es incapaz de controlar los pedales
que se pilla los findes, como para manejar bien los del coche. Como
era un chico bastante cabal, si le surgía algún problema mientras
conducía, lo solucionaba de forma precipitada... pero sin prisas. Y
bueno, era cuando menos curioso, que siendo el universo infinito a él
le costara tantísimo aparcar. Vamos, que todo indicaba a que se iba a
eternizar dando clases.
Pero Hitchcock no es que esté muy boyante en cuanto a pasta. A él
siempre le sobra mes después del sueldo. Hitchcock siempre ha querido
ser feliz, pero es que el banco no le deja. Lo cual es bastante
normal, siendo que el tío es el desempleado del mes... cada mes.
Además tiene una familia que mantener... la familia real. Así que no
estaba por la labor de que le sacaran la pasta en la autoescuela, que
para él, al igual que la iglesia, es una asociación sinónimo de lucro.
Habló con el profesor para que le llevara a hacer el examen cuanto
antes, pero cuando se cansó de discutir con él con palabras, continuó
haciéndolo con una navaja, con la que resultó mucho más convincente.
Cuando por fin le llevaron a hacer el examen, le tocó un
examinador que era más seco que un Gremlin bien educado. Era muy
estricto, y seguramente, de haber sido policía, hubiera intentado
detener al creador de Superwoman por fomentar la heroína. Así que
salieron de la plaza de examen, y cuando llegaron a una calle que está
escasamente a 5 minutos andando desde allí, o a 20 minutos yendo de
lado a lado con el coche, le dijo que había suspendido. Hitchcok, en
vez de frenar, se lió con los pies y se puso a acelerar al máximo...
Hitchcock, como siempre dice, es inmortal hasta que se demuestre
lo contrario. Sin embargo, el examinador resultó tener menos huevos
que un flan de vainilla. Y es que para él, la vida es un hábito al que
resulta muy difícil renunciar. Así que pensó que morirse sería lo
último que haría y decidió aprobarle a condicion de que frenara y le
dejara vivo para poder dar constancia de ello en Tráfico.
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