Jamás pensé que fuera a estar tan furioso por algo material y que realmente "no importa" pero no puedo evitar sentirme terriblemente cabreado y con ganas de patearle la cabeza al hijop*ta que me ha roto la gorra (de hecho son las 5 de la madrugada y estoy aquí escribiendo intentando desahogarme y no romper algo). Imagino que no estoy enfadado por la gorra en sí si no por quien me la regaló y lo que significa para mi.
Sé que a día de hoy las cosas son como son y están como están pero cosas como están me demuestran que aún soy capaz de matar por ti (aunque ya no esté dispuesto a morir por ti) y que si esta noche no hay un borracho menos en Alicante es porque me han calmado y hecho entrar en razón. Y sin embargo, crees que te subestimo ¿porqué?
Sé que puede sonar desproporcionado y sin justificación pero hay veces que no nos mueve la razón.
Y punto. .
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