26 de diciembre de 2008

La eutanasia y los jóvenes

Anoche mi madre y yo estábamos sentados en la sala hablando de las muchas cosas de la vida. Entre otras, estábamos hablando del tema de vivir y morir.
Le dije: 'Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. 'PREFIERO MORIR'.
Entonces, mi madre se levantó con cara de admiración y... ¡¡¡me desenchufó el televisor, el DVD, el cable, Internet, el PC, el mp3/4, la PlayS, el teléfono fijo, me quitó el móvil, la ipod y me tiró todas las cervezas!!!
¡La madre que la parió!!...
¡¡¡¡CASI ME MUERO!!!!

4 de diciembre de 2008

Si tienes un trancazo, lo tuyo es el sexo

Todo empezó como un domingo cualquiera de resaca. Un típico día de
ésos que uno no se da cuerda. Pero no era la resaca de cuando en la
disco la noche anterior te han echado Absolut Cianur en las copas. Era
mucho peor. Lo que yo tenía sí que era un trancazo y no lo de Nacho
Vidal. Normal, de la humedad que hay en mi casa a veces hasta me
parece oír de fondo la música de Tiburón. Y con esta ola de frío...

   Hice lo que uno hace en estos casos: hacer acopio de síntomas y
buscar en internet... Según la primera búsqueda, tenía una de esas
enfermedades que son todo consonantes... La cosa no parecía tener
remedio. La segunda búsqueda fue aún peor: descaradamente Internet me
estaba recetando enfermedades incurables para ver si me suicidaba...

   Como tenía la garganta muy chunga, la cosa parecía que tenía que
ver con el tabaco. Hombre, sí, fumo, pero si el tabaco matara tanto
como dicen, Bush bombardearía con Lucky Strike y no con bombas H (que
se llaman así porque son como las hipotecas: podrán caer sobre la casa
una sola vez, pero sus efectos en las personas se notan durante varias
generaciones). Aunque es cierto que tengo en la familia un caso de un
tío mío que murió por causa del tabaco. Bueno, en realidad no estoy
seguro de que fumara, pero recuerdo de pequeño escuchar que por
Fortuna se había muerto...

   Y lo peor es que todas estas enfermedades daban unos síntomas u
otros según la persona. Porque ya se sabe que cada persona es única...
exactamente igual que todas las demás. Además, el hecho de que no
tuviera alguno de los síntomas tampoco significaba que no tuviera
dicha enfermedad, como el simple hecho de que estés paranoico no
significa que nadie te persiga. Pero yo tenía la cara de Risto Mejide
en un karaoke, así que juré que no me volvería a mirar en el espejo
para evitar tenerme que suicidar en defensa propia.

   Al borde de la muerte, comencé a pensar en temas transcendentales.
Dios es uno de mis personajes de ficción favorito, pero no puedo negar
que probablemente él sea mi pastor, porque estoy hecho un cabrito. Lo
que siempre me ha hecho un lío es que, si dios es la respuesta, ¿cuál
es la pregunta?. Así que decidí preguntar por tercera vez a Google y
de repente, en mi pensamiento místico, me sentí como la ermita de mi
pueblo porque, como yo, ella tampoco tenía cura.

   Yo, que siempre me he caracterizado por vivir a tope, decidí pasar
los últimos momentos de mi vida viendo la tele. Lo bueno de la
televisión es que produce tanta basura que la están constantemente
reciclando. Hubo un momento en que no sabía si aquello era un debate o
una investigación científica para descubrir si había vida inteligente
en la casa del Gran Hermano... Y me quedé dormido, como es lógico. Tan
lógico como que si te acuestas con picor de culo al despertarte te
huele la mano a mierda...

   Al despertarme, ya de madrugada, la tele estaba mostrando una
selección de los mejores momentos de Pene de muerte, 20.000 lenguas de
Viaje intrauterino, Sé lo que os hicísteis últimamente en el ano y
otros grandes éxitos del cine más cárnico. En el estado terminal en el
que me encontraba sólo le pedía a dios que ya que me había quitado las
fuerzas, que también me quitara las ganas. Pero no pude evitarlo... en
vez de dormirme, me sobé... Y es que me gusta más el roce que a un
chapista y al final me tuve que poner a jugar con el Power Ranger
rosa. Y oye, aunque siempre es más divertido lo de la paja en el ojo
ajeno, aquello, está mal que yo lo diga, fue mano de santo.

   Yo creo que vistos los resultados, tendrían que aplicar este
método de curación por imposición de manos en la Seguridad Social...
Aunque con esta técnica de sanación se correría, obviamente, el
peligro de un aumento drástico de las enfermedades en varones. Y es
que, si ésta fuera una disciplina reconocida médicamente, lo primero
que harían los seguros de pago sería convertir todos esos clubs de
chicas de mente despejada y de vida alegre, en centros de día...

'TENER UN HIJO' (Andreu Buenafuente)

El verano pasado mi hijo Alejandro, cumplió 4 años, y, cuando sopló las velas, mi mujer y yo le dijimos: -Cariño, pide un deseo. A ver, ¿qué has pedido? Y el niño nos mira así, todo ilusionado, y nos dice: Una play station o un hermanito. Y mi mujer y yo nos miramos y dijimos: 'joder, la playstation son ochenta mil' Así que fuimos a por la parejita. Si lo llego a saber, va ella sola. Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer. ¡Es verdad! ¡Tú llevas un mes saliendo con una chica, estás parado, le caes mal a sus padres, no te quitas el condón ni para ducharte. Y la dejas embarazada a la primera! Ahora, como vayáis a por el niño. Es mas fácil sacarla de España de tanto empujar, que dejarla embarazada..! Eso si, os ponéis los dos muy melosos: Velitas, incienso, música de saxofón, porque piensas: Vamos a hacerlo con mucho cariño para que sea fruto del amor. Después de seis meses sin que se quede embarazada dices: 'A ver si va a ser mejor que sea fruto de un polvo'. Sí, porque pasa como con el fútbol. Jugar bonito le gusta a todo el mundo, pero lo que cuenta es meter gol. Así que vais a consultar al ginecólogo y el tío te dice: -Esto es normal. Tenéis que insistir más. Total, que te receta los polvos como si fueran Frenadol: -Tres al día cada 6 horas. Cuando llevas dos meses a este ritmo, te quieres morir. Lo peor es la semana de ovulación. Porque, por lo visto en esos días sube la temperatura y eso aumenta la fertilidad. Así que mi mujer está todo el día con el termómetro. Y claro, de repente, estás en medio de una reunión y suena el teléfono: -Cariño, me ha subido. Vente corriendo. Tiene que ser ahora mismo. Y a ver como se lo explicas a tu jefe: -Mire, me tengo que ir., es que a mi mujer le ha subido la temperatura. -¿y no puede atenderla un médico? -Hombre, es que preferiría que el niño fuera mío. Y llegas a casa y te la encuentras ya desnuda y preparada., que dices: 'jo, yo así no puedo! Esto es como comer pipas peladas!'. Y es que ella no piensa en otra cosa. ¡Coño, que parece un tío! Y yo me siento como una máquina. Vamos, que cuando terminamos me dan ganas de decirle: 'Su espermatozoide, gracias! Y, encima, todo el mundo te da consejos: Hacedlo en la postura del misionero, con luna llena; que ella se ponga un cojín debajo y que después de hacerlo se pegue media hora tumbada con los pies en alto. Joder! ¡La pobre! Es la primera vez que soy yo el que tiene que decirle a ella: '¡Aguanta, aguanta un poco más!' Al final, cuando vimos que no había forma, volvimos al médico, y va y me dice: -Bueno, pues, lo mejor va a ser que se haga un análisis de semen, porque puede que tenga usted pocos espermatozoides. Y tú piensas: '¡Coño, seis meses..... a seis polvos diarios! ¡lo que me extraña es que me quede alguno!'.. Y el médico: -Aunque también podría tratarse de astenospermia. Lo que se conoce como....'Espermatozoides vagos'. Y mi mujer: -¡Buah.! ¡Pues va a ser eso! Porque se pasa el día tocándose los huevos. Y el otro: -Usted no se preocupe, que si es eso, podemos extraerlos e implantarlos en el óvulo. ¡Si hombre.! Una cosa es que sean vagos y otra ponerles taxi para recorrer doce centímetros.! Y el médico: -Es que ésto es muy difícil. Tenga en cuenta que de millones de espermatozoides sólo puede ganar uno. -¡Mira, como en Gran hermano! El caso es que tienes que hacerte el análisis. Te meten en una habitación con un vasito y un montón de revistas porno. Y tú te sientas allí, a ver si se anima. Pero estás mirando un montón de fotos de tías en pelotas y lo único que piensas es: '¡Huy!, fíjate ésta... con las caderas tan estrechas va a tener problemas en el parto, ¿eh?... ¡Huy!, esta otra... con toda la silicona que se ha metido... ¡a ver como amamanta al niño!' Y encima, mi mujer desde fuera: -Cariño! ¿Has terminado ya? ¡En casa no aguantas tanto! Total, que al final, con mucha buena voluntad consigues llenar el vasito. Pero luego te pasas toda la semana jodido mientras esperas los resultados. Lo peor de todo es que empiezas a dudar de que el niño que ya tienes sea tuyo. Miras al niño y piensas: 'Sí, de acuerdo, Alejandrito es clavado a mí, pero yo tengo una cara muy corriente'. Y te acuerdas de esa insistencia de tu mujer en ponerle Alejandro. ¿Qué pasa, que Santi no es bonito? Y ya para colmo es cuando llega tu suegra y le dice: -¡Ay, que niño tan listo! ¿A quién habrá salido? Qué ahí ya dices: ¡Coño, es verdad! ¡A ver si tampoco va a ser de mi mujer! Pero de pronto reaccionas: ¡Joder, me estoy emparanoiando! ¡Alejandro es mío! Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, dejarla embarazada era más fácil: yo estaba en paro, mis suegros me odiaban, me ponía condón. ¡Coño, lo teníamos todo a favor! Al final nos dieron los resultados y por lo visto, no me pasa nada. Lo que tengo es estrés. Así que le he comprado al niño la Playstation ; a ver si jugando me relajo un poco