7 de diciembre de 2011

Tiempo libre

No me andaba quejando de que me faltaba tiempo para hacer todo lo que tengo que hacer? Pues a partir de ahora voy a tener todo el tiempo que quiera. A ver si lo aprovecho un poquito y sigo el ritmo que ya me tenía marcado. La ventaja de tener muy poco tiempo porque estoy ocupado todo el día es que me tengo que organizar por necesidad. Ahora que tendré las tardes libres espero seguir motivado y adelantando curro y deberes de clase.


Para empezar ya me he apuntado al gimnasio para aprovechar que me pilla al lado de clase. También he visitado el Servef para pedir el subsidio y supongo que el resto es solo esperar. Ains. ¡Con lo contento que yo estaba!

20 de noviembre de 2011

Elecciones 20N

Pues este año me había tocado ser suplente del 1r vocal pero como ha acudido, no ha hecho falta que me quedase. Me he ido a desayunar con el suplente del presidente de la mesa contigua, que ha resultado ser Javi (Ojos azules) y hemos estado hablando de costura.


Hemos criticado las duchas cabinas que ponen para hacer ridículo privado el voto y luego ya hemos pasado a salvar el mundo desde nuestras agujas.


Por si alguien aún no ha decidido a quien votar, os dejo una comparativa entre partidos en temática LGTB, por si os sirve de algo ok? 


¡Buenos días!

19 de octubre de 2011

10 cosas que debes saber de mi

1. No separo la ropa por colores en la lavadora
2. Adoro mi desorden
3. Jamás llego puntual a ningún sitio (ni lo pretendo)
4. No creo que exista nada mejor que el helado de leche merengada con algo de canela de Helados Alacant
5. Mis tacones son más altos que los tuyos
6. Mis amigas están locas (y yo también)
7. Siempre tengo la razón (excepto cuando no logre convencerte de lo contrario)
8. Una vez al año viajo a un lugar desconocido
9. Fangoria siempre serán dioses (y Mario Vaquerizo un semi dios anoréxico)
10. Terminarás pareciéndote a mi (o lo intentarás)


25 de septiembre de 2011

Mi amigo "El Koala"

Para una vez que El Koala intenta hacer algo de provecho, no es que le haya ido muy bien. El Koala es un coleguilla del barrio al que llamamos así porque tiene cara de payaso, duerme todo el día y cuando le ofreces un trabajo, él prefiere irse por las ramas. Se pueden contar los días que ha cotizado con los dedos de la mano de un carnicero ciego. Una vez le ofrecieron trabajar en una cristalería, y rechazó el puesto alegando que un cristalero siempre está al borde de la quiebra. Pero lo que realmente ha quebrado, ha sido gran parte de
su esqueleto.

  
Obviamente El Koala no tiene un duro, pero si no fuera tan vago y los pidiera, yo creo que podría cobrar royalties como inventor de la crisis. Vive en un piso patera donde las personas viven como cucarachas, y las cucarachas viven como reinas. Y contra todo pronóstico, un día se indignó y decidió acudir a una manifestación del 15M.



 Al principio todo fue bien. En aquella manifestación había gente muy involucrada y con grandes valores, pero había también otros que, si bien también tenían valores muy sólidos, eran solamente de los que cotizan en bolsa. Y empezaron a liarla.

  
Cuando El Koala vio que la policía cargaba hacia la zona donde estaba él, pensó que bastaría con echarse al suelo con las manos cruzadas por la espalda para que no le pasara nada. Pero eso es porque El Koala es más inocente que al que enseñaron a hacerse las pajillas
con la chorra de otro...


  El Koala gritaba que él no había hecho nada y que era inocente. El problema era el policía que se le acercaba, que tenía una cara con la que no había forma humana de que fuera inocente de nada. Además, venía con un perro, que lo más probable es que fuera su perro lazarillo,
porque estaba claro que el madero estaba ciego de ira. Un perro que daba toda la sensación de que muy pocas personas habían sido capaces de acariciarlo sin necesitar en lo sucesivo que sus amigos les trocearan los filetes.

  
Y cuando el policía llegó adonde yacía El Koala, lo miró, y se tomó muy a rajatabla eso de que nunca hay que ensañarse con un hombre desarmado: así que sacó la porra y empezó a darle golpes como si fuera un xilófono al que costara sacarle las notas. Y según lo hacía, se le iba poniendo al policía una cara de satisfacción tal, que parecía que acababa de terminar de paga la hipoteca. El Koala se revolvía y rezaba para que dejara de pegarle, pero de poco vale rezar cuando con quien te enfrentas cree que dios, es él. Desde luego, hace falta echarle muchos huevos para ser tan cobarde.


Gracias a aquello, El Koala consiguió el primer ingreso de su vida: se despertó horas después en un hospital. Y desde entonces, cada vez que se mira en el espejo, se lamenta de que el reflejo que ve, sea el suyo. Y aun puede dar las gracias. Porque si ya es malo despertarse
con dolores en todo el cuerpo, sin recordar nada y con el ojo derecho amoratado, peor hubiera sido que ese ojo no hubiera sido el derecho... ni el izquierdo.

13 de septiembre de 2011

Nancys Rubias by Alichueca Girls

Ya que nunca producimos como debemos, hemos decidido empezar improvisando que es como empiezan las mejores cosas...

16 de agosto de 2011

Movimiento

Estoy en una temporada en la que me da la sensación de que se me olvida algo. De que hago muchas cosas pero que no es lo que quiero hacer. Ya de hace mucho tiempo me he dado cuenta de que lo que me hace falta es un plan. Antes lo tenía y lo cumplí. Lo malo es que nueve años después aún no me he planteado que debo hacer a continuación.
¿Qué haces cuando has cumplido tus objetivos? Marcarte unos nuevos. ¿Qué haces cuando te has dormido en los laureles? Sacudirte el polvo y MOVERTE.

MOVE from Rick Mereki on Vimeo.

4 de agosto de 2011

Mar reciclado

Una instalación urbana obra de Roadsworth & B. Armstrong. El Montreal Eaton Center se convierte en un mar hecho por olas y peces de plástico, arboles de cartón y toda una decoración hecha de material reciclado.
¿Quién dijo que la basura sólo era basura?

À voir : FRAGILE de Roadsworth et B. Armstrong, 100% matières recyclées from Projekroom on Vimeo.

26 de junio de 2011

Nuevo avance en leyes sociales

Hoy han aprobado los matrimonios entre personas del mismo sexo en el estado de Nueva York.
¡Felicidades neoyorkin@s!
¡A ver si espabilan los 39 estados que aun no lo tienen reconocido!

22 de junio de 2011

.....

¿Por qué me siento asi?

El viaje a ninguna parte

Pues parece que después de pelearme durante meses por una portabilidad fantasma y un telefono perdido, el que ha perdido el tiempo soy yo ya que al cerrar el distribuidor donde estaba gestionando todo, todo ha desaparecido ¡Asi que vuelta a empezar!
Por lo menos tengo una copia de la tarjeta, que lo que son las cosas. Estoy tan acostumbrado a no tener teléfono que no siquiera me apremia cargar la batería de alguno que tenga por ahi perdido para poder estar localizable. De hecho aprecio mogollón en estar aislado. Rara que es una.

14 de junio de 2011

Mi amigo el veterinario (y II)

Habiendo trabajado con viejos verdes en bares de ambiente, era normal que a la chica le preocupara la ecología. Por ello, ya que no era agraciada, al menos se preocupaba de no generar residuos: tanto la almeja, como el francés, los hacía al natural. Y aunque para el francés, lo suyo es usar el traje de gala, ella lo hacía con traje de saliva.
Eso sí, lo que no suplía de ninguna manera era el pestuzo que desprendía. Le cantaba el alerón, acompañado de coros de la región inguinal, rematados con una poderosa sección de viento en plena ejecución del allegro vivace del concierto para trombón de Rimsky Korsakov. El desodorante, dándola por imposible, hacía mucho tiempo que había pedido la baja por depresión y la había abandonado. Ahora bien, la caspa parecía estar mucho más encariñada con ella.
El Veterinario, al contrario que la chica, no tenía intención de dejar correr su turno y tenerse que comer otra vez toda la cola. Así que optó por seguirla a la habitación. Habitación que tenía bastante peor pinta que la chica, si cabe. El Veterinario se armó de cobardía y pensó que no era cuestión de pedir una hoja de reclamaciones al probablemente muy amable dueño del piso. Intentaría simplemente terminar rápido y evitar el jadeo, para no respirar más que lo justo y así no lesionarse la pituitaria.
La habitación estaba cargada de un olor mezcla de zoo con ambientador. Y al entrar recibías tal bofetada aromática que, sentado en esa cama, comprendías perfectamente la sensación de estar sentado en un jardín cuajado de divinas flores de lavanda provenzales, sobre lecho de estiercol fresco y topping de azufre glacé. Se raja una vez más en aquella habitación y la declaran zona catastrófica, decretando el consiguiente perímetro de seguridad para evitar que la contaminación dañara a la población.
En cuanto la chica rompió a chupar, El Veterinario, que era un tipo cabal, terminó precipitadamente, pero sin prisas... Unas semanas después notó que tenía algo pequeño en el glande. Y gracias a ello hoy en día sabe que sólo las listas de espera de la Seguridad Social son equiparables a las del INEM. Tras semanas esperando a que llegara su día y hora, lo que comenzó siendo una pequeña verruga en el extremo de la verga se estaba convirtiendo en una pequeña verga al inicio de una verruga. Así que se decidió a ir a la consulta de un urólogo privado. Como todos, aquel se la miró con desprecio, se la tocó con asco y le cobró como si se la hubiera chupado. Su diagnóstico fue conciso pero muy claro: en esta vida todo se pega, hasta las lentejas.
Si las venéreas fueran Pokèmons, él realmente casi había logrado hacerse con todas. Menos mal que se trataba de Pikachu y algunos otros Pokèmons de bajo nivel, y todo podía arreglarse con pastillas y cremas en apenas unos meses de tratamiento. El Veterinario no se lo podía creer, y pidió una segunda opinión. Y en opinión del médico, durante el tratamiento El Veterinario no debería acostarse con nadie que tuviera más enfermedades que él. Al menos no sin la presencia de su abogado.
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11 de junio de 2011

Por fin es sábado!

Por fin una mañana en la que no voy a trabajar con más sueño que una marmota "trasnochá" y eso que ayer curré en Small Klub pero fui buen chico y me retiré a buena hora aunque por lo visto me perdí la indignación de La Botox porque querían hacerla pagar en la disco esa en la que trabajaba.
La verdad es que eso me hubiera molado verlo jeje Pero no puede ser todo. A cambio podré irme con la habitación "recogida" y el forro del abriguito medio cosido, que para mi eso ya es todo un logro. Y esta noche a descansar para darlo todo mañana en Housebox (esta edición en Geko playa).

8 de junio de 2011

De qué me sirve ya

Hay días en los que me siento como una sirena varada en la playa por las algas. Con el alma atrapada en una mano gigante que aprieta con ganas el poco espiritu que me queda.
Y esos días son los que hacen pararme a pensar en qué playa estoy varado, por qué estoy atrapado y si realmente quiero seguir nadando a la deriva. Porque por mucho que me duela, no tengo un plan fijado por el cual guiarme sino que me dejo llevar por las olas hasta nuevas playas y nuevos continentes a través de corrientes más o menos fuertes y con nuevos compañeros de viaje.
Y creo que eso es lo que echo en falta. Algo permanente y que me ancle a algo. ¿Un novio? ¿Un amigo de siempre? ¿Familia? ¿Un lugar? Por lo menos sé que me estoy acercando a lo que me quiero. Aunque haya dado muchos rodeos. Y los que me quedan!

7 de mayo de 2011

Mi amigo "El Veterinario"

Mira que mucho aprecio tampoco es que le tenga. Pero lo que le ha pasado a El Veterinario es posiblemente lo peor que le podía pasar a nadie en la vida. Peor que si Risto Mejide se viera obligado a cantar en Operación Tehundo. El Veterinario es un personaje del barrio, al que todos conocemos por ese nombre porque siempre está rodeado de zorras, lobas... y lagartas en general. Y si no lo son, él las trata igualmente de forma chulesca, como si Mourinho tuviera que dar todo lo mejor de sí para intentar achantar con la palabra a Chuck Norris. Aunque no se puede decir de él que le guste rebajar a la mujer, porque siempre ha sido mucho de adoptar al respecto una postura reposada, para que se la chupen como estén más cómodas. Lo cual, tampoco le ha acarreado problemas con el sector más feminista: sus discusiones con ellas siempre han sido muy cordiales, ya que, como dice él, si no, se enfadan las muy hijas de puta. Tiene el hábito de visitar casas de amor mercenario desde hace muchos años, desde que conoció a su primera chica, que ya por entonces fue amor a primera Visa. Y aunque él se llevó la mano al pecho y sintió algo parecido a un flechazo en el corazón, en realidad aquello fue una clavada en la cartera. Y desde entonces, rara es la noche que no se acerque al puti que hay en un piso en las afueras, a 3 minutos en coche de su casa... o a 45 tambaleándose a cuatro patas por las calles, que es como lo hace El Veterinario. Porque admitámoslo también, El Veterinario no siempre piensa en lo único, también piensa que no hay bar que por bien no venga, y que para gustos, los licores. Y recostado sobre la barra del bar, causa auténticas hemorragias a las botellas de toda la estantería de arriba. Porque el tío cuando sale de casa toma de todo menos decisiones y va a tiro hecho, a lo de cada noche: beber mucho, y acabar bebido... y mamado. Ya se sabe que follar es como tener dinero: si tienes suficiente ni siquiera piensas en ello, pero cuando te falta, no piensas en otra cosa. Y a El Veterinario, lo normal es que cada semana se le presenten un par de noches tontas en las que le da por el pensamiento monotemático. Le encantaría poder resistirse a la tentación, pero francamente, no le da la gana. Así que sale del bar con ganas de ir a ver a una de esas señoras que cuando se desvisten, quedan en ropa de trabajo. Y que te hacen un par de truquillos, cogiéndote tus papelitos de colores y transformándolos instantáneamente en su conejo, echando un polvito mágico. Solía hacer una procesión nocturna hasta el barrio donde estaba el puti. Atravesaba callejuelas oscuras llenas de gente dispuesta a atacarte en defensa propia. Iba cruzando sin prisas callejones tan amenazantes, que hasta una familia de yonkis que vive en la zona y que tiene un rottweiler del tamaño de un Twingo, ha pedido al ayuntamiento que ilumine su callejón. Y es que se ve que por la noche, en su callejón, el perro caga intranquilo. Y en mitad de todo aquello, un desafiante portal bordeado por unas luces de neon. Eso es un portal que da miedito, y no la mierda que prepara Google la noche de Halloween. Un portal, al que sólo el inconsciente se adentra, cruzándolo como quien cruza un portal a otro mundo: al otro mundo. El Veterinario habitualmente conseguía llegar sin percances y de una pieza. En parte porque a cuatro patas no se producía lesiones medulares al caerse. Y en parte porque con esos andares cuadúpedos, hacía pensar a casi todos los potenciales amigos de lo ajeno que el bulto que se movía se trataba de un animal de granja y no de un borracho. Un borracho que además llevaba encima el dinero suficiente como para pagar la entrada de varias mujeres en régimen de multipropiedad. Una vez El Veterinario conseguía entrar, mientras se espabilaba lo justo para tener conciencia de sí mismo, se codeaba con la que, en comparación con él, podría denominarse la flor y nata de la intelectualidad. Intelectuales de la música, recién salidos de un concierto de Camela. Uno sospechaba si no habían llegado hasta allí montados en coches de choque. Padres de familia que, como ya se sabe que los reyes son los padres, iban cargados de incienso para liar, de oro... y de birra. Tras esperar su turno, le encasquetaban a la primera parroquiana que quedara libre. Y según el día, podía tocarle carnaval o penitencia, aún siendo El Veterinario el pagano. Y si no estaba de acuerdo con la penitencia, podía pedir la absolución: tomarse media botella de Absolut y juzgar si le seguía pareciendo fea la chica. Pero a fin de cuentas, raro era que la rechazara, porque si una chica le dice un “ego te absorbo”, eso, hostias, eso va a misa. Y se conoce que hace unas semanas sólo había libre una chica con una lengua extra-ordinaria. No tanto por lo soez y lo malhablada, sino porque dicen las malas lenguas que ella hace con la sinhueso lo que la Real Academia: limpia, fija... y da esplendor. Pero aun así, tenía la pobre muy mala pinta. Con ese aspecto, y aun trabajando en un sector en expansión con amplias perspectivas de crecimiento, la tía no tenía un futuro laboral muy prometedor. Seguramente, si alguna vez en la vida la industria de la prostitución hace un ERE, ella sea de lasprimeras en caer... aunque para entonces lleve jubilada varios años. Pero en resumidas cuentas, perdiera o no el trabajo, iba a terminar igualmente jodida...

17 de abril de 2011

Macetas para la baranda del balcón

Os dejo este diseño de maceta (visto en www.x4duros.com) que me ha parecido lo más. Así si me apetece poner plantas en mis balcones.
¿A alguien se le ocurre cómo podría hacer una versión casera del mismo sistema?

16 de abril de 2011

Mi amigo "El Volcán"

Era normal que El Volcán estuviese deprimido. El Volcán es un chico al que llamamos así, no porque sea muy fogoso, sino porque ha permanecido muchísimo tiempo inactivo. Y no sólo en el terreno laboral... A su edad, El Volcán sigue viviendo con sus padres, porque como dice la serie de televisión, sin pelas no hay para piso. Pero no todo es el dinero, que en esta vida hay cosas más importantes... pero son tan caras...
En realidad lo que más le amargaba a El Volcán era su triste vida amorosa. Aunque no tenía un duro porque recientemente se había apostado todo su escaso dinero a que no era ludópata, y perdió, El Volcán había comentado ya en alguna ocasión que pagaría por encontrar a una mujer que no le cobrara. Y es que el tío no pilla nunca, a estas alturas, su semen debe de ser ya gran reserva. Se rumorea que ha follado menos que una mantis religiosa macho.
Alguien le comentó que fuera a ver a un terapeuta. A El Volcán, a lo más que le sonaba un terapeuta era a 1024 gigapeutas, pero se decidió a pasarse por su consulta. Lo único que le dijo con algo de sentido es que no pensara que follar era pecado. Pero eso ya lo sabía El Volcán: qué pecado ni qué pecado, follar lo que es, es un milagro. Y lo que terminó de hundirlo fue cuando le dijeron que no tenía que angustiarse, que la juventud venía empujando fuerte... y eso es todo lo que él quería, una joven con la que empujar.
Cuando El Volcán volvía a casa, pasó por una casa okupa y tuvo la idea que cambiaría su vida: se metería a vivir en una comuna hippie. Ya se lo imaginaba: fiestas tan brutales que la nevera estaría cargada a partes iguales de cerveza y Betadine, orgías salvajes... y todo sin dar ni palo. En realidad para él, todo aquello era accesorio, buscaba solamente a alguna chica que viera a un hombre y se pusiera enferma, una chica que anduviera buscando un médico de cabecero. Una chica siempre abierta, como una tienda de chinos... Nada más llamar a la puerta le abrió la que parecía ser la única ocupante de la casa, una chica de la que se podría decir que era guapa y alta de no ser porque era fea y bajita. El Volcán se imaginaba que en esa casa tendrían sus reglas, pero se preguntaba si el ir despeinada y oliendo a choto sería una de ellas. Aun así, El Volcán le contó su problema y ella le invitó a que pasara a su habitación. Aquella chica tenía un corazón que no le cabía en el pecho, por eso tenía esa barriga. Y aunque daba toda la sensación de que en esa casa acababa de estar Godzilla de botellón, el dormitorio no se podía decir que no le diera a El Volcán buenas vibraciones. Sobre todo cuando vio un consolador sobre la mesilla de noche... Las cosas se estaban poniendo bien cuando hizo acto de presencia el perro de la chica. Aquello parecía un pit bull cruzado con una picadora de carne. A juzgar por su aspecto, su nombre debería de ser algo así como "Carnicero". Tenía más dientes que una caja de cambios y el mismo peligro que un Gremlin llevando un descapotable a un autolavado. Y al parecer su relación con su dueña era bastante estrecha, estaba hecho todo un perrito faldero... Ya se sabe que no hay que morder la mano que te alimenta, pero nunca se ha dicho nada de alimentarse de la mano del que le está dando un muerdo a tu dueña, sobre todo cuando pasas más hambre que el Tamagotchi de un sordo. Así que, para salir de allí, El Volcán empleó al máximo sus dotes de mano izquierda, porque la derecha la tenía rodeada de dientes. TTuvo que salir de allí por patas, mientras aún conservara todas. Pero aquella experiencia hizo que se replanteara su existencia. Llegó a la conclusión de que si tirara su vida a la basura, ni las ratas se la comerían. Pero pensando en todas las oportunidades que le ofrecía la vida, se decidió a conseguir un poco de dinero e invertirlo en la bolsa. En comprar la bolsa de Dog Chow con la que tiene intención de volver a esa casa okupa...