12 de enero de 2011

Obsolencia programada

Acabo de ver este reportaje que habla sobre la vida útil de los productos que consumimos y me ha dejado con la boca abierta. No es la primera vez que escucho el término "obsolencia programada" pero sí es la primera vez que me doy cuenta del alcance que tiene sobre mi y sobre toda la sociedad y la escala a la que actúa.
Todo está pensado para que consumamos sin parar, eso está claro, pero a la vez es una idea que va a acabar con ella misma puesto que con el tiempo, es imposible mantener el modelo ya que los recursos son LIMITADOS por mucho que nos pese.
Sé que todxs pensamos que es algo que no va con nosotrxs, que para cuando las cosas estén mal de verdad ya no estaremos aquí y por tanto no hay que preocuparse demasiado pero ese pensamiento es tan... egoísta. ¿Cómo no voy a preocuparme por mi planeta? ¿Por los niños de hoy? ¿Por los hijos de mis hijos? ¿O sencillamente por la gente que ya ha empezado a pagar el pato?
No me entra la cabeza el despreocuparme de estos asuntos. Sencillamente me es imposible y tampoco entiendo que a los demás no les preocupe. ¿Acaso no te preocuparía no tener agua corriente en tu casa? ¿O luz? Pues es lo que va a ocurrir a este paso. Primero porque las mismas botellas que envasan el agua que bebemos terminarán contaminando los ríos y depósitos de agua que agotamos para llenarlas. Y no nos procupa. O las fábricas hidroeléctricas ensuciarán la atmósfera y los mares provocando que la luz que necesitemos sea la del hospital en el que estemos ingresados por enfermedades derivadas por nuestra manía de mirar a otro lado.
Yo voy a seguir reciclando, reduciendo y reutilizando en la medida de lo posible. Puede que no sirva para mucho (¿qué es una gota de agua en medio de una tormenta?) pero puede ser la gota que permita germinar algo bueno.

Comprar, tirar, comprar

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