15 de abril de 2008

Y sigues sin darte cuenta

Hoy he quedado contigo. La verdad es que el que me devolvieras el vaquero era más bien una excusa. Ya no estoy tan enfadado por lo que me dijo C. (aunque el que hoy me insistieras en que ella no tenía razón sino que tú eras quien había querido mandar los mensajes me ha tocado la moral. Date cuenta que para salir airoso de la acusación de idiota y pelele tienes que asumir plenamente tu intención de querer engañarme con otro) y desde el viernes me apetece verte pero parece que no es recíproco. Tú has salido por guardamar y a metropol... (y ahora que lo pienso, ¿cuando y como te lo ha dicho la osa si tu no pasaste por Byblos el viernes?) Y yo que pensaba que estabas trite... Que bobo soy. Hoy pretendía que me convencieras de algo de lo que ni yo mismo estoy seguro. Pero en cambio no he visto en ti ningún síntoma de nada. Ni de arrepentimiento por lo que has hecho ni por cómo me lo has hecho pasar ni intención de hacerte perdonar. No me sorprende, de hecho supongo que me lo esperaba pero no por ello deja de decepcionarme. Sobre todo porque no sé porqué pero aún salta algo dentro de mi cuando te beso.

1 comentario:

Pablo Salvador dijo...

vaya si son desesperantes esas situaciones nada peor que alguien que no se da cuenta de nada.